Hay que hurgar por todos lados para averiguar periodísticamente. Crónica lo hace y otros medios también "pican" algunos encuentros y afirmaciones que son exclusivas. En medio de todo lo que se va a registrar en esta columna, una especie de grito contiene una definición contundente: “Macri quiere ser reelegido y se juega su última carta”. Así, clara y limpiamente, se escuchó una voz en Olivos surgida de una multitudinaria reunión realizada al aire libre. Le vamos a explicar todo, dentro de nuestras posibilidades. Lean.
¿Un nuevo encuestador?
A veces el Presidente sale de la Casa de Gobierno o de la quinta de Olivos y marcha con rumbo “desconocido”. Es difícil saber. Pero de pronto alguien sin tocar timbres se acerca y sopla: “Está por el barrio de Recoleta”. No va a ver a la ex, pero sí al departamento de Duran Barba. Allí escucha otra voz que no es la del ecuatoriano. Se llama Roberto Zapata. Es sociólogo, socio de Duran Barba. Entonces, dentro de un ambiente bien hermético, salen a relucir encuestas, propuestas, consejos, de este hombre español que es sumamente discreto. Y no quiere que lo vean.
Muchas veces pisa la Casa Rosada pero entra sigilosamente y se sienta junto a Marcos Peña. Allí, en ese departamento de Recoleta, el Presidente escucha y da sus sugerencias. “Hay que ganar”, expresa constantemente. El español lo asesora: “Despacio, Presidente”. El ecuatoriano se acopla y habla más. Sin duda el deseo de sentarse cuatro años más en el sillón de Rivadavia es la obsesión del ingeniero. Cuando le muestran las encuestas se muerde los labios. Por ahora los números no le dan, y eso se lo pasó Zapata en el encuentro que tuvieron el día martes en la Casa Rosada. Esta descripción quizá sea una de las tantas exclusividades que ofrecemos.
Otra estrategia
Mientras tanto, Olivos es un hervidero. También la Rosada. Entran y salen dirigentes de todos los colores, pero que pertenecen a los amarillos. Por eso los radicales Morales, Cornejo y Gustavo Valdez se prenden al salón presidencial y allí derraman sus quejas. El radicalismo quiere espacio. Pero además pide alivio para la gente. Estuvieron juntos con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el jefe de la Capital, Horacio Rodríguez Larreta. Estos dos están siempre juntos. Buscan una nueva estrategia para la campaña electoral.
Basta de timbreos
Por ejemplo, a la voz de “aura” de Marcos Peña, que retomó el bastón de mando en estas estrategias, Macri ahora levanta la voz -lo mismo hace el joven Marcos-. Claro que de esa manera buscan sentirse más enérgicos en estos momentos bastante débiles en respaldo. Las muestras son contundentes. En casi todas marcha primero Cristina -uno o dos puntos y a veces algunos más- y enseguida la de Vidal se exhibe ganadora en muchos cartoncitos que se ponen sobre la mesa. La bonaerense supera por más de 10 puntos a su jefe, el que gobierna la Nación, y de allí los consejos que surgen enseguida para buscar una salida más directa con los votantes. Por ejemplo, se empiezan a eliminar los timbreos. “Hay que convencer a la gente... Insistir en que es la única forma para que el país encuentre su rumbo definitivo de progreso”. Machacan allí y a usar más los celulares. Pero claro, de pronto...
La inflación “nos mata”
Surge el terrible flagelo. Allí aparecen en un momento de las reuniones del gabinete y luego del “círculo rojo”, las desavenencias. Dante Sica, el ministro de la Producción que no da pie con bola, discute con el periodista-economista Nicolás Dujovne, quien tiene mucho más respaldo que él, y pierde.
El bueno de Sica se quiso ir el otro día, pero el Presidente lo detuvo. Sin embargo está en la cuerda floja. Los radicales exhibieron su programa de acción. Mucho más popular y cercano a la gente. “La inflación nos mata”, declaró el jefe de Estado. Ahora están gozando de un veranito o un plan “primavera” porque el dólar está quieto. Pero...
Hay control o no hay control
Se observa un clima inusitado de “cambios” en Cambiemos. No por modificar el rumbo del programa económico sino porque Macri, según cuentan, admite que algunas “reformas” deben aplicarse. De allí que hay contactos con Christine Lagarde para que el devorador Fondo Monetario Internacional dé un poco de “aire” a ciertas medidas para el alivio. Ahora buscan “acuerdo de precios”. No se sabe cuántos serán los artículos, pero “por lo menos algo hay que darle a la gente”, se escuchó en Olivos. Lo que pasa es que no lo quieren llamar “control de precios” o “congelamiento” y entonces abogan por un “amplio programa de Precios Cuidados”. Para un gobierno liberal, el “control de precios” es como si llegara el fin del mundo. En fin. Los radicales quieren mayor poder adquisitivo para los jubilados.
“Póngale un candado”
Este capítulo de Breves y Sabrosas es infaltable. Voy por numeración:
1) “Póngale un candado en la boca”, dijo Morales, el radical, sobre el parlanchín de Duran Barba. Lo miraron pero no dijeron nada.
2) Rodríguez Larreta inauguró el camino angosto de Corrientes. Entre las 19 y las dos de la mañana, de Callao a Libertad es peatonal. Apuntó: “Todo el mundo podrá caminar y mirar los comercios. Gran cantidad de gente conocerá Corrientes y se distraerá muchísimo”. Alguien lo miró y en voz baja, para no crear una discusión, enfatizó, y con toda razón: “Pero si a las nueve de la noche en Corrientes no hay nadie. No hay un peso para gastar...”. ¿Don Larreta no necesitará también otro candado para hablar menos?
3) Ahora el gobierno habla de “llenar la heladera”. De allí que están buscando a los remarcadores de precios para que frenen los aumentos. También le pidieron los radicales que den marcha atrás con los incrementos en los servicios. Hay que darle un mango a la gente para que consuma, señores del gobierno.
4) La única obsesión de Dujovne es cumplir con el FMI. Por eso en las últimas horas ha tenido algunos encontronazos con ciertos ministros, y más con los radicales.
5) Está convencido: “Ganamos en primera vuelta”. Lo dijo José Torello, un asesor directo del presidente Macri. Su optimismo desborda tanto que hasta Marcos Peña se mostró medio fastidiado por la contundencia. Torello, dígalo en voz baja así no tiene problemas.
6) Estaba cerca del Presidente y este lo vio y lo saludó. El periodista sonrió y le recordó el triunfo de Boca sobre los bolivianos por 4 a 0. Macri, fanático de los bosteros, confesó sin embargo: “Hubo algún penal de los dos cobrados para Boca que no fue”. Sánchez Parra, el cronista, siguió anotando luego la actividad del día.
7) Alguien del FMI, hablando de precios, dijo: “¿Quién es el secretario de Comercio?... Nunca se le ve la cara”. Opinaba así por la falta de actividad que se advierte en el organismo.
8) Un informe positivo: por las obras públicas “en todo el país” creció el consumo de asfalto por tercer mes consecutivo. El Ministerio de Transporte le presentó este informe al Presidente. Vale porque esta actividad da mucho trabajo a la gente. Final de este capítulo. rdisandro@cronica.com.ar